Sefarad significa España en hebreo. Así, el pueblo judío que vivía en España y en la Península Ibérica se conoció como Sefardí. Los primeros asentamientos judíos registrados en España datan del siglo III, y los judíos pueden haber estado viviendo en España 960 a. C aproximadamente.
Habiendo crecido en prominencia bajo el dominio musulmán, se podría decir que era una de las comunidades judías más ilustres del mundo. Sefarad produjo grandes eruditos, científicos, economistas y líderes de pensamiento del antiguo Testamento o Torá, cuyas obras se siguen estudiando y continuan teniendo gran relevancía incluso hoy en día, incluyendo a Isaac Abravanel, Najmánides, Maimónides y entre otros.
Los judíos de Sefarad desarrollaron su propio idioma, el ladino (judeoespañol).
Durante los últimos 1.000 años el pueblo judío ha sido, en su mayoría, agrupado en dos categorías: Ashkenaz y Sefarad. Los ashkenazis contemporáneos son judíos que hablan yiddish y descendientes de judíos que hablan yiddish. Los sefardíes son originarios de la Península Ibérica y de las tierras árabes.
Aunque hay diferencias en la cultura, el idioma, la genética y los matices de la observancia de los rituales, los puntos en común entre los dos grupos son mucho más fuertes que lo que los divide. Así, un sefardí de Marruecos y un ashkenazi de Moscú encontrarían inmediatamente puntos en común en un rezo y tradiciones muy parecidas.
No todos los judíos son ashkenazis o sefardíes.
Muchas culturas que son erróneamente (y constantemente) puestas bajo la rúbrica de Sefarad no son en realidad sefardíes en absoluto.
Un ejemplo sería el de los judíos yemenitas, cuya tradición judía única es aún más antigua y no llegó a través de España. Un argumento similar podría hacerse para los judíos persas, que hablan judeo-farsi y trazan su linaje hasta los exiliados babilónicos.
Los judíos de Italia y Grecia tuvieron una vez culturas prósperas propias, con costumbres e idiomas que eran exclusivamente suyos. Hoy en día, aparte de algunos pequeños núcleos, sus tradiciones casi han desaparecido (la mayoría de los practicantes fueron asesinados por los nazis), habiendo sido suplantadas por los judíos ashkenazis y sefardíes que ahora viven en estos países mediterráneos.
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Valentina Sierraalta